¿Dónde está el árbitro? Entrevista con Sergio de la Pava

La historia va como un rumor. El rumor es que hay un libro autopublicado que vale la pena. O mejor: hay un libro autopublicado que no sólo vale la pena (cosa que sospechábamos que pasaría tarde que temprano) sino que tiene el músculo para, sin mucha dificultad, batirse de tú a tú con lo que quiera que los medios de distribución tradicionales consideren destacable o incluso excepcional durante la última década. Batirse y masacrar hasta que sólo quede pulpa.

Y el rumor se expande de blog subterráneo gringo en blog subterráneo gringo (de esos que le prestan atención a lo que nadie le presta atención) y con cada iteración el rumor gana sustancia. Ya no es sólo que haya un libro autopublicado de lectura obligada, no. Ahora además se sabe que es una novela sobre abogados, inmigrantes, boxeo y metafísica o algo así. Y también se sabe que del autor no se sabe nada. Se sabe el nombre. Se llama Sergio de la Pava. ¿Y el libro? El libro se titula A Naked Singularity (Una singularidad desnuda), y si no les suena, ya era hora de que oyeran hablar de él.

A principio de este año, absortos tras la lectura de A Naked Singularity, los editores de esta, su revista de campeones, decidieron que era necesario contactar a De la Pava. Nos movía, si quieren, una ansiedad moral. No podíamos pasar por alto una novela tan cercana a eso que osamos llamar La Estética Cerda. De las peripecias legales que tuvimos que afrontar para llegar a Sergio de la Pava no hablaremos (baste decir que el noventa y cinco por ciento de esta entrevista transcurrió en locales de Queens que no tienen nombre ni ventanas a la calle). Lo cierto es que tras muchos desencuentros (y la bendita intervención de Susanna, su adorable editora) logramos que Sergio de la Pava hablara con nosotros con la condición de que la entrevista transcurriera en español y nunca fuera traducida a otro idioma.

Una vez concluimos el par de encuentros le pedimos a De la Pava un texto breve que sirviera de perfil. Con ese texto quisiéramos iniciar esta entrevista (la primera al autor de la que tengamos noticia):

Lo más importante que puedes saber sobre Sergio de la Pava es que él no puede entender (y aquí pide la explicación) por qué el pandebono de los Estados Unidos es tan inferior al de Colombia. En Colombia el peor de esos panes tiene mínimo dos partes, la durita de afuera y la que interiormente es una delicia y parece estar derritiéndose activamente. Desde donde escribo estas palabras, el pandebono es, sin excepción, una sustancia tristemente uniforme y desalentadora. Consideren esto un consejo gratis para sus lectores en Colombia: ¡quédense donde están!


A diez asaltos con Sergio de la Pava

1. Pensamos en esta entrevista para una revista en español de literatura y artes marciales como una muy humilde versión de la entrevista que The Paris Review hiciera a William Gaddis en 1986. Lo traemos a cuento porque Gaddis, al igual que tú, era un escritor poco menos que invisible y su posición ante la literatura era dejar que la obra y no el autor interpelara al público. Así, ¿cuál es tu opinión sobre las relaciones entre el autor y su público? ¿Debe siempre la obra seguir su camino sin interferencia del autor?

Estoy seguro que una revista de inmensa calidad como la suya, y que además trata de las artes marciales, entiende que raramente pasa algo significativo en el primer asalto de una pelea, ¿verdad? Sin embargo, usted llega y comienza con una extrema violencia, que si Gaddis, que si el Paris Review, que si mi invisibilidad. Me siento como Thomas Hearns el 15 de abril de 1985 (no soy un experto pero no creo que el que lanza las preguntas deba ser mucho más interesante que el que las responde).

Bueno, me toca por lo menos protegerme. Digamos que la meta de escribir ficción es o debe ser la creación de algo como un sueño apremiante en sus lectores (hagamos creer que tengo lectores). Pues una de las herramientas más lamentables para reducir el poder de ese sueño es la explicación, y peor, la explicación por parte de una persona a quien los lectores le dan, incorrectamente, autoridad suprema. Dicho de otra manera, nada de lo que yo diga sobre A Naked Singularity (ANS) podrá hacer al libro mejor o más poderoso, y qué lástima. Pero, por el contrario, puedo fácilmente reducir su poder en los pocos lectores que sí han soñado en la manera deseada con hechos sobre mi vida o explicaciones del texto. Además, no me gusta hablar o escribir cuando yo soy el sujeto.

2. La singularidad desnuda es un evento que, como metáfora, bien podría funcionar no sólo respecto a tu primera novela sino a tu actitud frente al mundo editorial. ¿Cuál es tu opinión sobre este mundo? O en menos palabras, ¿por qué autopublicarse?

No entiendo. ¿Está diciendo que existen empresas que le pagan a los escritores por publicar sus libros? (ja ja). Pues trato de evitar opiniones muy fuertes sobre cosas de las que no tengo mucho conocimiento, como el mundo editorial. Afortunadamente, tengo una esposa que, además de ser una persona sumamente bella en todos los sentidos de la palabra, se informa sobre ese mundo y se involucra en mi lugar cuando es necesario. Prefiero gastar mi poco tiempo escribiendo. Es más, estoy al precipicio de publicar mi segunda novela (Personae) y siento que esto se está endureciendo en algo como una superstición.

3. ¿Qué es lo que más te interesa del proceso de escribir? ¿Podemos saber cómo has podido combinar tu actividad profesional con la escritura?

¿Dónde está el árbitro? Este golpe duele mas que los dos primeros combinados. ¡Su pregunta supone que me interesa el proceso, y lo peor es que sí me interesa! Estoy obsesionado. ¿Soy un enfermo y usted me pregunta si me interesa lo que me enferma? ¿No le parece cruel? Mejor pensémoslo de esta manera: Tengo que escribir todo el tiempo (no sé por qué, no he ido al doctor) entonces, lo que me interesa del proceso es buscar una manera cuya escritura sea legible y que las lágrimas que resulten no sean debido al aburrimiento.

4. Debemos decir que a pesar de los golpes bajos y los cabezazos de los primeros rounds, al leer tu novela hubo un momento en que nos tambaleamos como el Durán molido a golpes por Hearns, al que evocas. Y al levantarnos de la lona no sabíamos qué parte era real y qué parte alucinación. Luego sospechamos que Casi, su protagonista, nos mentía y se inventaba cómplices para exculparse. Nos dices que escribir ficción es crear sueños. ¿Eso implica que tus ficciones se rigen más por las leyes de los sueños que por las de la (siempre frágil) realidad? ¿Dónde ocurre la singularidad desnuda?

Hay suficientes pistas en ANS sobre cómo interpretar lo que describes. (O tal vez no, qué sé yo, han sido años). Sí sé que las leyes de ese mundo no deben diferir mucho de las de nuestro mundo. Aquí hablo no solo de las leyes físicas (si el último siglo de estudio en esa área nos ha enseñado alguna cosa, es que esas leyes son rarísimas) sino también de las otras leyes de la humanidad. Por ejemplo, es una ley (no verdaderamente) que si dedicas tu vida a la adquisición de dinero y de poder, terminarás vacío. Leyes como esa permanecen y permanecerán con un poder truculento en sueños, realidad, ficción, música, arquitectura, empanadas, matemáticas (coteje bien sus números), deportes, crimen, justicia, biología y siguiente al ∞.

5. Estás en un bar como este, hablando de todo y nada, y de pronto alguien, un tipo corpulento y un tanto amanerado, dice que el boxeo es un deporte bárbaro que debe ser prohibido. ¿Cómo le explicarías a ese alguien la belleza del boxeo? ¿Has tenido crisis morales al respecto?

No me considero un bárbaro pero tampoco los juzgo porque me siento capaz. Como tal vez todo lo humano, el boxeo tiene más de feo que de bello. (Y si quieres ver fealdad genuina, mira el MMA, lo cual hace ver el boxeo como ajedrez). Sin embargo me parece una actividad necesaria y lo explico con más detalle en un ensayo que apareció en Triple Canopy Magazine. [1. Forgive me if this looks like a shameless plug because it most definitely is not as I hate self-promotion and, really, what the hell do I care if anyone ever sees it? Just thought it would be odd to answer this question without making reference to what amounts to a 3,000 word answer to something very close to your question.] (La existencia de ese ensayo es posiblemente la mejor prueba de que sí he tenido la “crisis moral” a la que te refieres). Aquí diré que para mí el boxeo es algo como lo opuesto del arte y eso no es una crítica. ¿Puedo amar algo y su opuesto a la misma vez? Más que la actividad, amo a alguien como Wilfred Benitez (todos tus lectores deberían enterarse sobre este hombre y ayudarlo si pueden), porque cuando veo sus peleas siento como si lo conociera y como si me acercara a él de manera similar a cuando leo letras y palabras bellamente organizadas. No sé que estoy diciendo, me estás ganando y posiblemente no me levantaré del banquillo para enfrentar lo que sigue y así evitar daño permanente.

6. Aún no entramos a los rounds de campeonato pero he aquí un buen gancho al hígado de la búsqueda de la perfección y un cruzado a la quijada de la incapacidad de conocer la verdad, dos ejes de ANS. ¿Has leído las reseñas que califican ANS de obra maestra y «casi» perfecta? ¿Como Casi, el protagonista, y su compinche, buscabas la perfección? ¿Qué diablos quiere decir «perfección» en literatura? ¿Que lo creamos? ¿Que se sienta? ¿Que nos duela?

¡Sí, sí, y sí! Que la creamos mientras la sentimos y que nos duela el alma como me sigue doliendo Bartleby the Scrivener o Araby. Note que escojo dos relatos y no novelas porque es más fácil aproximarse a la perfección con menos palabras (dice el idiota que usó más de un cuarto de millón). No importa, porque no son perfectas tampoco y nada escrito lo es, además es a Dane al que le importa la perfección no a mí. ¿Ahora, la Verdad? Nada me importa más, y me parece que no solamente podemos conocerla sino que ya la conocemos. El problema es que sus demandas son tenaces, entonces la ignoramos a ver si finalmente se calla. Pues todavía no se ha callado totalmente, pero admito que se ha convertido en un susurro doloroso. Espera. Me siento mejor. Voy a seguir.

7. Entre las muchísimas cosas que suceden en esta novela hay un compás moral del cual nos gustaría que hablaras. Por una parte Casi escribe un magnífico alegato (al final inútil) para salvar la vida de Jalen Kingg, y por otra parte la narración entera guarda la posibilidad de ser un alegato del propio Casi para evadir/transferir la responsabilidad de sus actos y la culpa. ¿Qué piensas de esto?

Como traté de sugerir anteriormente, (cuando no estaba tan herido) cualquier cosa o explicación que gente tan inteligente como ustedes propongan es legítima y, quién sabe, posiblemente es la verdad. Lo único que quiero contribuir es mi parecer de que gastamos mucho más tiempo y energía tratando de racionalizar lo que hemos hecho que el que gastamos pensado en lo que debemos hacer. O tal vez estoy pensando solamente en mis operaciones mentales y proyectándolas al mundo entero, qué miedo.

8. Tenemos la sospecha de que eres un mediano o mediano junior. ¿Te gustaría pelear fuera de tu peso? Es decir, ¿te gustaría que tu obra pueda leerse en Latinoamérica y España? ¿Mantienes una línea de comunicación abierta hacia la literatura en español? ¿Alguna vez has considerado escribir en este idioma que, queda claro, manejas con fluidez?

Parecen los que adivinan el peso en las ferias, porque como ellos mismos, no fallaron (aunque creo que si una situación favorable se fuera a presentar, podría reducir mi consumo de buñuelos y bajar a peso welter). Me encantaría leer Una singularidad desnuda con la condición de que no me toque traducirla (me demoré quince minutos en sentirme completamente cómodo con mi traducción del título. ¿Te imaginas?) Pero sí me interesa un poco más escribir desde un comienzo en español, y parte de la razón es por algo que sospecho está ocurriendo en la literatura hispana. No leo mucha ficción moderna, así que lo siguiente definitivamente no es la opinión de un experto, pero me parece que las obras recientes más interesantes son en español y eso hace que uno quiera ser una pequeña parte de ese nacimiento poderoso.Claro que también hay dificultades que no encuentro en inglés. Por ejemplo, con mi segundo libro, en un momento grandioso decidí que la última sección iba a ocurrir en Colombia e iba a ser escrita sólo en español. Si dudas que escribiría un libro con tan poco porvenir, recuerda que no tengo agente, editor, publicador, nadie que me hable con sentido, y que obviamente me importa un pepino la venta de libros. Pues dejemos en que casi me desmayo ante la dificultad y empecé a combinar los dos idiomas creando así, un tercero, y si crees que de dos padres lindos no puede nacer un hijo feo, yo mismo vi la prueba de que eso no es cierto. Con decir que el libro todavía termina en Colombia, pero es una Colombia rara (¿más rara?) donde la gente habla solo en inglés inexplicablemente.

9. Al inicio de la contienda nos contabas que estás cerrando tu nueva novela, Personae[2. Personae ya fue publicada y está disponible a la venta acá.]. ¿Puedes hablarnos un poco de ella? ¿Cuáles son sus temas centrales?

No sé qué más decir sobre ella, la leí y me pareció muy extraña. Tuve la misma experiencia con ANS. Tal vez es hora de dejar de sorprenderme y admitir que necesito ayuda psiquiátrica. Déjame intentar una descripción sin transiciones. Suficientes palabras para llenar 200 páginas más o menos y casi todas las palabras en inglés. Una porción ya existe en la forma de The Ocean (si has leído eso y no te ha gustado, ahorra tus veinte dólares más impuestos). El boxeo, el sistema de justicia criminal, y las referencias a lo que llamamos en inglés la cultura popular, brillan por su ausencia. Finalmente, como sabes, la palabra personae significa “gente” en latín y la desaparición de la gente de este libro en mi vida me lesionó severamente, dejando un hueco en mí que solo ahora estoy empezando a llenar con más palabras.

10. Que sea una entrevista a diez rounds, ¿te parece? ¿Qué piensas de David Wallace? ¿Otra víctima de la perfección? Varios comentaristas dicen que hay una gran influencia de Wallace en ANS. ¿Qué conexiones ves entre su ficción y la tuya?

Por supuesto, ¿acaso se te ocurre que voy a tirar la toalla? Hay mucha gente que sabe mucho más sobre las obras de este escritor que yo, porque la verdad es que nunca fui gran admirador de su ficción, aunque casi todo el mundo que tiene una opinión literaria que yo respeto, sí lo es. Lo que no se puede dudar es que era un escritor sumamente serio, y si lo piensas bien, eso es lo más importante porque eso sí está completamente bajo el control del escritor. Por esa razón lo admiraba y me dolió y sigue doliendo lo que sucedió. Juzgando por lo muy poco que sé, me parece que, si él fue víctima, fue debido a algo como su biología específica y no a algo social y me parece un error buscar una conexión entre las dos cosas.¿Oíste eso? La campana final ¿verdad? Bueno, que decidan los jueces y que no sean grandes amantes del cerdo. Claro que si pierdo exijo revancha, pero en diez años cuando me sienta más joven.

12 Replies to “¿Dónde está el árbitro? Entrevista con Sergio de la Pava”

  1. 5
    alga

    Me ha interesado mucho lo que dice Sergio de la Pava, pero sería de agradecer que el entrevistador/redactor corrigiera las innumerables faltas de ortografía que la entrevista tiene. Por qué no tratar con cariño y respeto la lengua en la que nos expresamos? Un poco de dignidad de los hispanos a la hora de hacer ciertas cosas no nos vendría mal. Saludos.

  2. 7
    Margarita Zuleta

    Dos años después esta entrevista cobra su mayor importancia, deberías actualizarla, como decimos en Colombia le «diste duro», sin imaginar que su obra sería premiada. Aunque no he podido leer su libro, espero que pronto esté editado en español, Sergio de la Pava ahora es mi ídolo literario,y mi motivador para comenzar a hacer realidad mi sueño de también escribir un libro. ¡Gracias!

  3. 9
    Samuel Whelpley

    Muy interesante entrevista, que llama la atención sobre un escritor casi desconocido. Como decimos en el argot beisbolero: La sacaron del estadio. Muchísimo más profunda que todas las cosas que se han publicado en estos días después del premio PEN.

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