Encuentro estos días un texto del escritor (e historiador) venezolano -y vilamatiano- Norberto José Olivar (Maracaibo, 1964) y que lleva por título Historia natural del fracaso, que me parece oportuno para pensar el asunto de la metaliteratura.
El relato Historia natural del fracaso está protagonizado por un escritor (narrador y personaje del propio cuento; un trasunto del propio Norberto José) que confiesa que imita a los personajes de las novelas de los otros.
Es un escritor metaliterario que, además, se cuestiona «¿por qué en mis novelas había siempre un escritor escribiendo?». Reflexionando sobre el particular, se plantea si es capaz de «escribir una novela más o menos lineal y sin brincos ni relatos subterráneos».
El relato cuenta cómo el narrador (el trasunto de Norberto José para esta (auto)ficción) halla en la novela-testimonio de Henri Charrière, Papillon (1969), a un personaje idóneo sobre el que novelar una historia verdadera: «una historia [a escribir] por el sólo placer de contarla».
Historia natural del fracaso hace patente entonces el deseo de su narrador (y autor) por abandonar la metaficción.
El cuento así se convierte en una suerte de crónica del proceso previo a la escritura de una novela cuyo título será Las aventuras del musiú Papillon en Maracaibo y cuyo final (de ambos, la novela y el relato) nos parece que no hace falta que se lo desvelemos.
Sirva, de cualquier modo, el texto para reflexionar sobre si la metaficción en español es posible después de todo lo escrito por Enrique Vila-Matas, o acaso se ha convertido en un camino sin salida, un pozo sin fondo y debería la literatura hispanoamericana buscar nuevos territorios que eludan no solo el (post)postmodernismo, sino también la narrativa de la (post)experiencia y todo tipo de cultismos esteticistas (sean estos de alta o baja cultura, tanto da).
Historia natural del fracaso obtuvo una Mención Especial en el 66 Concurso Anual de Cuentos de El Nacional, 2011 y se puede leer íntegro aquí.
Confiamos en que su lectura sirva para arrojar cierta luz sobre este asunto de la pertinencia contemporánea de la ficción metaliteraria y sepan que estaremos encantados de oír sus opiniones al respecto.
Sin otro particular, les deseamos que pasen un fin de semana verdadero y liviano, lineal, y sin brincos.
es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.
Vila-Matas es mucho más que meta-ficción. De hehco, es un género en sí mismo.
De eso se trata precisamente, Julio, pues como bien sabrás (y es lo que se pretende con este post),en su producción última, EVM ha dado un giro a su poética hacia posiciones, cómo decirlo, menos postmodernas; lo cual, deja un poco «huérfano» a quien pretenda transitar esas sendas pretéritas, como bien ejemplifica y pone en cuestión, me parece, el cuento de Norberto José Olivar.
Saludos.
J.S. de Montfort