También los escritores nacionales hoy laureados tuvieron un pasado, una publicación primera, relatos propios de principiante.
Así es también el caso, cómo no, del escritor peruano y miembro de la Academia Peruana de la Lengua, Edgardo Rivera Martinez (Jauja, Perú, 1933), cuya novela más famosa País de Jauja (1993) -publicada a los 60 años de edad- fue considerada según una encuenta a escritores realizada por la revista Debate una de las novelas peruanas más importantes de la década de los noventa y fue, asimismo, finalista del Premio Rómulo Gallegos.
El Centro de Estudiantes de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, como parte de la Semana de Literatura, que se viene celebrando desde el 17 de Octubre y finaliza hoy día 21, y que lleva por título Las ideas de nación en la narrativa peruana de los años cincuenta: Homenaje a Edgardo Rivera Martínez, ofreció de modo digital el primer cuento publicado por Rivera Martinez.
El texto lleva por título «La cruz de piedra» y salió en noviembre de 1950 (N°17, año IX) en la revista Xauxa (Organo del colegio Nacional San José).
Tenía entonces Rivera Martínez 17 años.
Desde la revista, Pedro S. Monge, el jefe de redacción (y también profesor del joven Rivera Martínez) recibió el cuento con las siguientes alabanzas:
Con «La cruz de piedra» inicia su carrera literaria el joven Rivera Martínez. Lector impenitente, ha bajado a todos los representativos de la literatura universal en un afán encomiable de acopiar concepciones estéticas y modelos de estilo para iniciar su propia elaboración literaria.
Temperamentos y méritos como los de Edgardo Rivera Martínez justifican holgadamente que un profesor rompa sus normas de rígida imparcialidad para saludar al díscipulo distinguido, con la seguridad de saludar en él a uno de los futuros escritores del Perú.
El relato, de trazo perfectamente clásico y clasicista, se basa en el esquema «alguien cuenta una historia» y comienza con una típica escena de siete hombre sentados en círculo en la víspera de Nochebuena. Entonces uno de ellos , «el viejo Tomás», relata una historia arcana que, entiende, nadie va a querer creer por su irrealidad.
La historia es la de una familia que se prepara para ir a la Misa del Gallo y que recibe una visita de «un hombre alto, moreno, con trazas de español» y que se llama Juan de la Estrada. Acto seguido aparece una nuevo visitante, «un joven cuya edad no se podía precisar, parecía ser atemporal «, un joven que «inspiraba respeto y confianza al mismo tiempo» y que acaba revelándose como «un enviado del cielo».
El relato así, consigna una vieja leyenda indigena sobre la lucha incansable entre Dios y el Diablo, y los diferentes disfraces que éstos toman.
El relato se presenta despiezado, tal como fue publicado originalmente, en una especie de edición facsímil digital -gracias a scribd- y que puede leerse íntegramente aquí.
Confiamos en que les produzca curiosidad el relato que les proponemos para este fin de semana y, como siempre, deseamos que aprovechen el impasse para sus lecturas y sus cosas.
Sean felices hasta el lunes.
es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.
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