Como asiduo de Hermano Cerdo, es un placer escribir estas líneas.
Desgraciadamente, no he leído ninguna novela de un autor español o latinoamericano excepcional, pero si muchas decepcionantes. Las dos obras de narrativa más importantes de 2011 publicadas en español han sido, sin duda,Contraluz, de Thomas Pynchon, un nuevo clásico instantáneo del mayor escritor vivo del mundo, y El rey pálido, de David Foster Wallace, que será considerada una de las grandes novelas inacabadas de la historia de la literatura.
También quería destacar tres novelas “históricas” –cada una a su modo- que reinventan un género a menudo apolillado y lleno de mediocridades: Mil otoños David Mitchel, Solo de Rana Dasgupta y La viuda embarazada de Martin Amis.
Curiosamente, lo que no he hallado en novela, me ha sido dado en el campo del relato, varios libros con piezas magníficas de autores españoles, entre los que citaré: Breve teoría del viaje y el desierto, de Cristian Crusat, Los ensimismados, de Paul Viejo y Sonría a cámara, Roberto Valencia. Además, no puedo olvidarme de Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina, de la rusa Liudmila Petrushévskaia y Amor y obstáculos, del bosnio Aleksandar Hemon, dos de los mejores libros del año.
Por último, el mejor libro nuevo de poesía que he leído a lo largo de este año fue el maravilloso Potrillo de Charles Wright. Un cordial saludo a todos los lectores realmente cerdos.
es legión.
It´s just me, myself and my friends.
Pagando favores y amiguismos, señor.