El buen lector (y el buen crítico)

Se suele sobreentender que el buen lector es aquel que lee no solo mucho, sino -además- bien.
Pensando en esto leo una crónica de prensa del pasado mes de diciembre de 2011 y que daba cuenta de la presentación de Arena y nada. Poemas de vario tiempo y lugar (Creatica Ediciones), el más reciente libro del poeta y crítico de literatura, profesor de la Universidad de Oviedo y director de la revista Clarín, José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, Cáceres, 1950) en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) –aquí-.

El poeta cántabro Lorenzo Olivan dijo sobre García Martín que es un «gran caníbal de la poesía, que cree que cada lector ha de hacer de ella carne de su carne, en un acto desaforado de amor que da riqueza al propio hecho poético».

Cualquiera que siga alguno de los blogs de García Martín, tanto Café Arcadia aquí-, como especialmente Crisis de Papelaquí-, habrá reparado en el hecho de que el crítico literario suele dar cuenta de bastantes novedades editoriales. Es por ello que llama la atención que haya declarado que:

«Un buen lector se distingue por los libros que deja de leer».

Traigo esto a colación de la crítica literaria, pues buscando la analogía me planteo si es posible afirmar que un buen crítico literario se distingue por los libros que deja de reseñar. Y más aún: me pregunto si un buen lector y un buen crítico son categorías complementarias o bien (auto)excluyentes,

by J.S. de Montfort

es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.

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