Un fin de semana de cuento erótico: Ercole Lissardi

Ercole Lissardi (Montevideo, 1951) no existe, o sí; según se mire.

El periodista Alejandro Soifer lo define así:

«Podría decirse que es el secreto más público de la literatura uruguaya contemporánea y también que es un escritor que está muerto pero que todavía respira y sonríe» [1. Alejandro Soifer. El diablo en el cuerpo. Radar Libros / Página 12. 22-Febrero-2009].

Y es que, en efecto, Ercole Lissardi es un seudónimo. Es un librero uruguayo, que conoció el exilio en México, del que solo se sabe que sus amigos le llaman el gordo Hugo y que inventó un pseudónimo y que incluso le inventó una muerte al pseudónimo. Visto que se formaba un revoloteo molesto sobre su nombre, tras haber publicado unas cuantas novelas, y sufriendo que se comenzara a atribuir su identidad a otros escritores uruguayos, decidió Lissardi asumir su propio pseudónimo y comenzó a aceptar que sí, que qué demonios: nadie sino él era el escritor inventado Ercole Lissardi.

Lissardi, que comenzó a escribir a los cuarenta años, es autor de una obra ingente, una quincena de libros, más o menos, todos ellos de temática erótica, pero con un tratamiento muy sui generis, pues mezcla en ellos todo tipo de géneros (ciencia ficción, novela negra, etc). Es, además, autor del ensayo Porno y Postporno, junto a Roberto Echavarren y Amir Hamed y en cuyo prólogo afirman los autores que a nivel literario o artístico la pornografía es, en definitiva, un género fantástico [2. Santiago Rial Ungaro. Toco y me voy. Radar Libros / Página 12. 20-Diciembre-2009].

En esta línea fantástica, y de un erotismo ciertamente cómico, es en la que se inscribe el tono y el estilo del cuento que nos gustaría recomendarles para este fin de semana, y que lleva por título «Nietzsche en la playa».  Nos encontramos en el relato con un hombre que se halla de vacaciones, en un balneario, esperando a su mujer, y no se le ocurre mejor cosa que leer, entretanto, a Nietzsche; el prólogo del Ecce Homo, concretamente, donde el filósofo alemán declara que:

“preferiría ser un sátiro antes que un santo”.

Tras haber leído el juicio nietzscheano, nos dice el protagonista que: «me sobrevino una especie de desazón, una especie de nostalgia sin objeto que me quitó las ganas de seguir leyendo». Y es que se pone a pensar en cuál sería la mejor elección.

A partir de ahí, la búsqueda mental de la mejor alternativa, nos dice el protagonista del relato: «no dejó de zumbarme alrededor, como un mangangá voluminoso y fiero, tan bello como peligroso».

Si quieren saber en qué queda tal resolución… pinchen aquí.

Sean fantasiosos y felices durante el fin de semana.

Nos vemos aquí de nuevo el próximo lunes.

by J.S. de Montfort

es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.

2 Replies to “Un fin de semana de cuento erótico: Ercole Lissardi”

  1. 1
    Gabriel

    Conozco a Ercole Lissardi desde los años 70. Su verdadero nombre es Hugo Bonaldi y solía dedicarse al cine (Cine Universitario, 1971-74). Trabajó en un papel pequeño en EL LUGAR DEL HUMO (1979-80) y en IMDb figura como realizador de un par de películas hasta 1988.

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