Premios feminizados

Stella Miles Franklin, hace 110 años
State Library of New South Wales Collection

Resulta un tanto desconcertante que, en el año en que una mujer (Hilary Mantel) une su nombre al muy selecto grupo de autores que han cosechado dos premios Man Booker (J.M. Coetzee y Peter Carey), tanto en Australia como en Canadá se hayan puesto en marcha premios literarios dedicados exclusivamente a autoras. En Australia, el premio se llamará Stella Prize (en homenaje a Stella Miles Franklin, en la foto) y en Canadá se denominará Rosalind Prize, el cual sustituirá al Marian Engel Award, que cesó en 2008.

Dejando de lado los méritos (o deméritos, según la opinión que tenga cada uno) que reúnan las dos obras de Mantel (Wolf Hall y Bring up the Bodies) para haber sido galardonadas con el premio aparentemente más prestigioso de la narrativa en lengua inglesa (los EE. UU. están excluidos por no ser país miembro de la Commonwealth, esa trasnochada reliquia político-cultural del ya extinto imperio británico), cabría preguntarse en qué medida ayudarán estas iniciativas a la literatura en general. En Hermano Cerdo no creemos que la literatura haya de convertirse necesariamente en una carrera competitiva, y la creación de premios literarios restringidos a un solo sexo no resultará necesariamente en mejores autoras, como demuestra el caso del best-seller Fifty Shades of Grey. Aunque sea innegable que las obras de ficción escritas por creadores masculinos reciben más atención por parte de la crítica – hay datos fehacientes al respecto – y que es también cierto que son más las lectoras que los lectores.

Mas la solución, pensamos, no debiera ser convertir lo que – en algunos casos, particularmente en el ámbito de la narrativa en lengua castellana – parece una carrera de galgos, jaleados por editores oportunistas, ávidos de los suculentos beneficios que tanto prestigio fabricado reporta, en otra carrera que limite la cancha a galgas, o a podencas. Bien poco ganará la (buena) literatura.

by Jorge Salavert

nació en Valencia en 1964. Vive en Canberra, donde se dedica a la traducción y a la lectura. Escribe en el blog Notas Literarias,. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.

2 Replies to “Premios feminizados”

  1. 1
    Margot

    Sí señor, es lamentable que existan premios cuyo criterio sea el género. Si fueran coherentes, crearían premios para autores con escoliosis o con orejas de soplillo, por poner un ejemplo. En fin, caen en picado y pretenden vender sin hincar los codos ni mover las neuronas.

  2. 2
    andrea

    me parece que si no se hace eso las mujeres no tendríamos ningún chance porque el machismo en la institución literaria es algo de proporciones gigantes, la verdad es que las cosas para nosotras las mujeres no han cambiado mucho.

+ Leave a Comment