Por qué me hice escritor

carlos pardo con cerveza

 

Nos gustaría continuar con la senda que comenzamos el viernes, cuando les hablábamos de la visión de la escritura de la autora francesa Agnès Desarthe. Así las cosas, sucede que nos hemos encontrado con otra defición de la escritura que desearíamos compartir con Vds.

Está en el texto «Saxo», incluido en El viaje a pie de Johann Sebastian (Periférica, 2014), de Carlos Pardo (Madrid, 1975), y creemos que puede contribuir a este debate que alentamos desde Hermano Cerdo, el de preguntarnos para qué sirve hoy la literatura, pero también para valorar justamente qué esperamos de ella y recordar de qué modo arribamos a sus costas.

En fin, que les copiamos el extracto y son libres de dejarnos su opinión en los comentarios.

Escribe Carlos Pardo:

«Hasta ahora no me había dado cuenta de que elegí ser escritor porque escribir era anacrónico. La literatura no me eligió a mí. Desde el principio, si es que hay un principio, y yo lo localizo en las primeras lecturas en el colegio, la literatura era un lugar que había perdido el poder de la seducción. No era un patio de juegos, sino un jardín relegado, por llamarlo de alguna manera. Un lugar romo y deshabitado, un espacio libre de competitividad. En cierto sentido, la literatura era una manera de inventar un pasado propio, tan singular que nadie lo conociera. Pero también algo que, de tan ajeno (porque yo no quería que mi vida tuviera que ver con mis circunstancias), compensara al perdedor que empezaba a saber que yo era. Empecé a escribir cuando me descubrí como perdedor, y eso fue tarde, como a los diecisiete años, porque yo era un idealista». (pág. 99)

 

 

 

by J.S. de Montfort

es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.

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