Nos ha llamado la atención una reflexión que, en clave de humor, realiza Txetxu Barandiarán en su blog, aquí.
Compara la literatura digital con la comida liofilizada, y el libro impreso con las croquetas caseras.
Dice Barandiarán sobre el e-book:
«Todos iguales. Aburridos en su estética. Monótonos en su tacto. Cansinos para la mirada.»
Y, a ello, le contrapone una de las baldas de su biblioteca.
Dice de estos croquelibros:
«Cada uno se nos muestra ya distinto en el primer golpe de vista y cuando mordemos en su interior el abanico se va abriendo más y más.»
Lo interesante del caso, más allá de la analogía feliz, es que le sirve a Barandiarán para elaborar una teoría acerca de por qué el libro electrónico no triunfará en España. Pueden leerla aquí.
es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.
Gracias por la referencia ;-)
LOOOOL