La revista Pie de Página publicó en 2008 la versión electrónica de El futuro no es nuestro con 63 escritores de 16 países. En 2011 llega a México en papel, vía Sur Plus Ediciones, y retoma de aquella publicación inicial a un grupo de 23 autores harto celebrados, ya sea por su inclusión en la famosa lista de Granta o, muchos de ellos, por su nominación en Hay Festival 2007 como los mejores escritores menores de 39 años de edad en Latinoamérica; o porque han sido proyectados en todo el orbe a través de editoriales como Alfaguara, Anagrama, Planeta. Encontramos así nombres como Oliverio Coelho (Argentina, 1977), Samanta Schweblin (Argentina, 1978), Juan Gabriel Vázquez (Colombia, 1973), Alejandro Zambra (Chile, 1975), Daniel Alarcón (Perú, 1977), Santiago Roncagliolo (Perú, 1975), además de los mexicanos Tryno Maldonado (1977) y Antonio Ortuño (1976). Una generación de escritores que, a la par, no desea ser una generación de escritores.
El libro fue compilado a partir de un “Espíritu generacional”, asegura en el prólogo Diego Trelles Paz (Perú, 1977), también a cargo de la selección. Es decir, los autores reunidos aquí escriben sin una estética ni ideología compartida, pero sí con el trasfondo que definió el rumbo finisecular del 20 y el comienzo del siglo 21; por ejemplo: el suicidio de Kurt Cobain, la caída del muro de Berlín, el desplome de las Torres Gemelas, la elección del primer presidente estadounidense negro. A su vez, advierte Trelles, toman distancia de aquella industria editorial que inventa “generaciones de escritores” —como la del Crack, dice— para hacer fortuna. Por lo tanto, rehúyen de todo aquel oráculo —crítico, mediático o mercadotécnico— que designe qué joven escritor anclará en las aguas turbias de la inmortalidad.
Así, la antología intenta: 1) Recalcar el relevo generacional: “El futuro no es nuestro se anuncia, aquí y ahora, con el bisturí entre los dedos y la alegre certeza de que en la literatura, como en todo arte, sin rupturas no hay relevos”. Y 2) Llegar a los ojos del lector: “Aspira a volver sobre los pasos iniciales del diálogo productivo, de la alianza germinal, del pacto maravilloso entre escritor y lector que forjaron la madurez y la modernidad en el proceso creativo como un asunto abierto, interactivo y recíproco. Queremos que nos lean, sí, pero sin casino online los incentivos ni condicionamientos extraliterarios impuestos por los microgaming casinos intereses del mercado que estigmatizan casino pa natet y simplifican nuestras propias diferencias. […] No esperamos [lector], finalmente, benevolencia o delicadeza sino la complicidad y el interés sincero a la hora del viaje, placentero o pesadillesco, de vuestra lectura […] ven y mira, que aquí estamos: de espaldas Being a leo horoscope born on July 31st, you are most comfortable in a casino online social setting. al futuro, narrando el derrumbe”.
¿Y qué encuentra el lector después de 292 páginas? ¿El viaje vale la pena?
A pesar de este prolegómeno que, en vez de disimular, acentúa el deseo —legítimo, ¿por qué tanta modestia, muchachos?— de trascender y recibir la luz de aquellos reflectores que tanto ningunea, El futuro casino online no es nuestro destaca entre otras antologías similares recientemente aparecidas en México —la mediana Sólo Cuento tomo III (UNAM, 2011), por citar una— debido al equilibrio entre la calidad de los casino spiele cuentos, el trabajo editorial y el prestigio-valía de los autores. Lo que permite, al estar libre de erratas y titubeos técnicos, concluir la lectura en paz.
Las instantáneas que alimentan este álbum, obra de autores que viajan incansablemente, viven y trabajan fuera de su país natal, toman clases de literatura en universidades norteamericanas, no podría ser otra: nostalgia por el terruño, la niñez y la juventud.
El embarazo durante online casinos la adolescencia, la pérdida de la virginidad, el ligue en una ciudad extranjera, el descubrimiento de los gozos del cuerpo, el amor, la búsqueda del padre, la locura y la enfermedad son los temas que imperan en los 23 cuentos. La mayoría, narrados a través de una voz en primera persona que, en conjunto, teje una polifonía de idiolectos y matices del habla. Peregrinación de ritmos y tonos camino al mar. Eso es este viaje. El caló de cada país: Argentina, Paraguay, Cuba, Chile, México… converge aquí para recordarnos que en la esquina del acento vive siempre un punto de reunión.
Tres cuentos sobresalen del conjunto, debido a la precisión en el funcionamiento de su organismo narrativo —“Hojas de afeitar” de Lina Meruane (Chile, 1970)—, sensibilidad —“Náufraga de Naxos” de Ariadna Vásquez (República Dominicana, 1977)— o casino online porque retratan la asfixia del entorno donde viven las online casinos autoras —“Huracán” de Ena Lucía Portela (Cuba, 1975)—.
El primero, el turbador y sensual recuento de unas chicas que se afeitan el pubis en el baño de la escuela… “El pubis se nos había vuelto una madeja oscura que derramaba sangre, sin aviso, sincronizadamente; esa sangre tenía un resabio metálico que nos excitaba, como el murmullo de nuestras voces roncas, como ese laberinto que íbamos penetrando apasionadamente”.
El segundo, la espera inacabable de ese amante que primero se anunció como quimera y, después, lanzó un embrujo de soledad… “He soñado que mi boca era salada. Que si la mordía sangraba sal, mucha sal. Mi boca era misteriosa, como si fuera la boca de todas las bocas de todos los rostros. En mi sueño estoy sentada sobre una alfombra llena de muchos tesoros. Yo tengo ganas de tocarlos pero por una razón que siento embrujada, me toco sólo la boca, primero la toco y siento una capa ligera de granitos, y no comprendo qué pasa”.
Por último, la historia de una joven cubana que aprovecha el arribo del huracán Michelle para huir del país, conduciendo la camioneta vieja de la familia… “La lluvia era cada vez más intensa. El viento la inclinaba ora en una dirección, ora en otra. Hacía remolinos, espirales, trombas. Yo iba un poco desamparada pero sin detenerme. […] Yo era como un fantasma que recorría una ciudad fantasma”.
Ahora bien, si se busca una lectura participativa, el cuento “Variación sobre temas de Murakami y Tsao Hsueh-Kin” de Tryno Maldonado es un ejercicio estimulante. La historia reinicia al centro del relato, lo que aparenta algún problema en la edición o la travesura del InDesign. El lector se preguntará qué ocurre. Volverá dos páginas atrás y se dará cuenta de que la anticipación técnica encapsulada en el nombre de la niña protagonista —que una noche rescata la cabeza de su padre, el emperador— hilvana perfectamente los acontecimientos.
Después del viaje, ¿quién de estos escritores se quedará en la historia?, se pregunta el crítico uruguayo Ángel Rama y esto lo retoma el propio Trelles en el prólogo. Imposible saberlo. Quizá la única forma de alcanzar la eternidad, ya lo decía Ernesto Sábato, es ahondando en el instante… de la polaroid.
vive en la Ciudad de México. Sus cuentos y artículos sobre arte y cultura han sido publicados en Opción, El perro, Gastronómica de México, La Rocka, Zarabanda, Ejecutivos de Finanzas y en el sitio suplementodelibros, entre otros. Edita la bitácora: Textonauta
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